Argentina tiene una larga trayectoria en la actividad frutícola. En la actualidad, la producción supera los 7 millones de toneladas repartidas principalmente entre cítricos (2,8 millones t), frutas de pepita (1,8 millón t), frutas de carozos (400.000 t), uva de mesa (60.000 t), arándanos (16.000 t). El resto de la producción corresponde a los cultivos tropicales (palto, banana, mango), frutos secos, olivo y fruta fina.
El éxito de esta actividad se debe a un mercado interno grande, una agroindustria bien desarrollada (con producción de vinos, conservas de durazno y aceituna, frutas desecadas, aceites esenciales y de oliva y concentrados de cítricos, manzana y uva) y un sector frigorífico especializado en la exportación de fruta empacada.
En Tucumán, a pesar de las excelentes y variadas potencialidades ambientales que posee, la producción frutícola a escala comercial se reduce a muy pocas especies. En otras regiones del mundo con características climáticas similares se desarrollaron industrias agrícolas mucho más diversificadas. Sin embargo, por razones estructurales, históricas y culturales, el rango de especies cultivadas en la provincia es aún restringido, a pesar de contar con las innovaciones tecnológicas requeridas para esta diversificación frutícola.
La fruticultura de Tucumán se orienta básicamente a la producción de citrus, donde predomina la agroindustria limonera y la producción de arándano.
Otros cultivos frutícolas no tradicionales, de bajo requerimiento de frío y los frutales subtropicales, pueden ser de un desarrollo promisorio para la región. Entre estos se encuentran la palta, el duraznero, el ciruelo, el nogal, el pecan y la vid entre otros. Estas actividades se caracterizan por la alta demanda de mano de obra y por la exportación, tanto en fruta fresca como congelada. La habilitación de la terminal de cargas, los vuelos cargo y la cámara de frío en el aeropuerto internacional Benjamín Matienzo, dinamizó las exportaciones de estos frutos del NOA a los principales mercados mundiales.
Disponer de nuevas alternativas productivas es relevante para las provincias del NOA, ya que pueden ser complemento importante de las actividades frutícolas tradicionales. En la presente situación socioeconómica mundial, la sanidad, inocuidad y calidad agroalimentaria seguirán siendo los pilares que mejor posicionarán a la producción frutícola argentina.
En este contexto, y dada la importancia regional de la actividad frutícola, la Asociación Argentina de Fitopatólogos, junto con el INTA Famaillá, organizó una “Jornada de Actualización en Manejo Sanitario de Frutales del NOA: tropicales, frutas finas, vid, nogal, carozo y pepita”. Esta jornada contará con prestigiosos disertantes de las provincias de Río Negro, Córdoba, Jujuy, Catamarca y Tucumán. El encuentro se hará el lunes 27 de abril a partir de las 8, en la sede del INTA Famaillá.